Sé que hay un canto de soledades
como también la brisa que mece sus cabellos,
esparciendo su aroma vegetal silvestre,
oloroso
a pino,
a mastranto,
a mejorana,
entre las notas tristes de la noche,
y siento que no hay razón para la angustia,
si tengo sus perfumes
de hembra al natural,
piedra modelada al sol y a la lluvia.
Entonces, !qué importa la distancia¡
si en la distancia es mía también