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lunes, 4 de febrero de 2008

Las tarjetas de crédito

Corría el rumor y él no podía creerlo. Apenas llevaban dos años de estar juntos, y su mujer le ponía los cuernos. !La puta que la parió¡, barbotó, cuando el detective privado que había contratado para confirmar el rumor le mostró toda una suerte de videos y fotografías tomados a su mujer y al amante en la cama, en distintos moteles de la ciudad. En medio de la rabia y el dolor, juró, !a esa mujer la voy a matar¡. Pero después pensó que era poco castigo, y como la mujer dependía de su dinero, le canceló las tarjetas de crédito.