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sábado, 10 de noviembre de 2007

La angustia de la espera



El tiempo camina lento
con caparazón de tortuga
por eso las horas
hieren más,
son horas de espera
de una agonía sin límites
tan larga como el mismo
infinito
porque se sabe cuando
cuando parió sus primeros
dolores,
pero no cuando va a terminar
su tortura de espinas,
agobiando el corazón.
Agonía que nació con el secreto
de su partera,
como esas hierbas
que de la noche a la mañana
espigan
emponzoñando el alma
de las matas de rosas y flores
del jardín.
Arde la angustia con la espera
del tigre que ha de saltar,
agazapado entre matojos
en el día,
camuflado con las sombras
en la noche.
!Cómo hiere la angustia de la espera¡