*Foto de internet intervenida
"Para que me sirve el alma /si la tengo ya amargada /si su vida idolatrada,/ por traiciones la deje...", el viejo bolero de Los Panchos suena como un eco interminable en el minicomponente. Y un frío helado, que entra por la ventana abierta y sin cortinas, se queda en el adusto piso, como una escarapela incómoda, pero al hombre, sentado en la mitad del cuarto en una silla roñosa, y con un revólver empretinado, parece no molestarle. Bebe como náufrago, a pico de botella, un aguardiente aniquilante, lo llaman "mataburros". Cuando el minicomponente, deja escuchar "para que sirve ser bueno,/ si se ríen en tu cara, /que me lleve la corriente, /que me lleve la corriente, /atrás no regresaré", el hombre como un resorte, se saca el revólver de la pretina, y aprieta el cañón contra su sien. La mancha roja en el piso, nunca la pudieron borrar.
Muy buen relato Carlos, es la primera vez que leo algo tuyo que no sea poesía y me gustó por la brevedad con la que expusiste todo un tema y lo cerraste.
ResponderEliminarBesos al alma, muakkk.
Tan bueno como duro, Carlos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada momento en la vida tiene su canción. O quizás sea lo contrario.
ResponderEliminarSAludos
Duro relato que me mantuvo pegada a la silla. Un abrazo Carlos.
ResponderEliminarTrágico relato...prefiero la bondad de una persona que no es motivo para que nadie se riá de ella y si alguien lo hace demuestra ser muy poquita cosa.Saludos
ResponderEliminarUn corto, impresionante.
ResponderEliminarUn beso
ResponderEliminarDios, que bien relatado. Le has dado ambientación y el dolor del hombre y su miseria se ve claramente.
Muy buen relato.
mariarosa
ResponderEliminarYa el título me fascinó, como la promesa de un amor intenso. Y es que escuchar un bolero triste tomando "mataburros" augura un final trágico. La presencia de un revólver cerca completa la escena de lo inevitable.
Un abrazo
Un sentir que termino en tragedia, como muchos casos parecidos hay por el mundo...... Ese bolero me encanta asi mismo tus letras. Saludos amigo.
ResponderEliminarUna mala decisión, en la que nunca hay que pensar por muy desesperado que se esté.
ResponderEliminarUn abrazo desde España
Trágico relato ahogado en sus penas.
ResponderEliminarAbrazos cariñosos.
Tan actual con virus y sin él.
ResponderEliminarUn abrazo Poeta
Hola Carlos. Madre mía, esto si que es una muerte causada por uno mismo. La desesperación nos lleva a estos actos.
ResponderEliminarUn relato muy fuerte y penoso.
Abrazoss. Cuídate mucho
Quedó como el recordatorio del interior de tantos.
ResponderEliminarUn abrazo, Carlos.
letras poderosas y difíciles...
ResponderEliminarPaz
Isaac
Uma narrativa trágica nestes tempos tão inquietantes…
ResponderEliminarUm bom fim de semana com muita saúde.
Um beijo.
Bom... são reflexões e palavras muito difíceis mas
ResponderEliminarcom certeza penso que existe explicação; até para
que serve uma alma;
Pensei que o suícidio que presenciei a anos atrás fosse a coisa mais cruel;
Então agora vem o covid e percebo que tudo que era grande de enfrentar
ficou pequeno.
Com certeza esse virus a natureza simplesmente devolveu
o que o ser humano faz com ela a anos e agora esta fazendo ela mesma a seleção.
Mas enquanto a melhora não vem a melhor coisa a se fazer é se cuidar.
Você citou Mercedes Sosa, sempre tive muita reverência por esta artista eu e o mundo k.
E acima de todos os nossos anseios e de nossas inquietações a uma criação que tudo o sabe
tudo o vê e se permite que seja assim é porque é preciso.
Abraços a ti e para os teus e obrigada pela sua presença pela casa k;
I was stunned to read the end of the story.
ResponderEliminarYour imagination is strong.
Greetings from Indonesia, Carlos
Ufff guión de cine, o de serie.
ResponderEliminarEn cuanto aparezca algo así, cuando empiecen a hacer las películas sobre la cuarentena, voy a decir "¡eso ya lo escribió el gran Carlos AUgusto!
Espero tengan la dignidad de no robarte la canción del Trío Los Panchos
Abrazos y cuidate querido amigo!
Hola, Carlos!
ResponderEliminarUna história muy bién escrita en tempos de Coronavírus. Todas las pandemias passaram y esta no será exceção. Mantenhamos un sorriso y fé.
Nunca entendi o suicídio. Un bolero de Ravel, si!
Abrazos e cuidate!
Bonita historia, todo pasará espero que no se nos olvide pronto.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Trágico y muy fuerte relato Carlos ¿Merece la pena el suicidio en cualquier circunstancia de la vida? Para este señor veo que sí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que palavras tão duras.
ResponderEliminarUm pouco insanas.
Que a luz volte aos seus pensamentos.
E que regue seu jardim um pouco murcho.
Um abraço.
Megy Maia🌈
Cuánta falta nos hace a todo ser humano trabajar en nuestra autoestima, en nuestra salud mental, en amarnos a nosotros mismos... Siendo así no sucederían historias trágicas como la de tu relato.
ResponderEliminarTe felicito, muy bien plasmado.
Saludos Carlos. 😉
siempre TE RECIBO Y VISITO CON EL MAYOR CARIÑO ...HOY ENCERRADA CON MIS CHICOS TENGO EL GUSTO DE VISITARTE Y DEJARTE UN GRAN ABRAZO Y BESOS.
ResponderEliminarMARINA
Otra forma de afrontar una pandemia y no tan lejos de la realidad. Aunque nos se difunde, sé de casos de suicidios debido a estos momentos, y en diferentes lugares del mundo, pero donde más en la propia China donde surgió. También en otros lugares. No podemos imaginar lo que ocurre en una mente cuando toma una decisión tan drástica.
ResponderEliminarTu relato mueve la conciencia, remueve cosas que no queremos, tal vez, mirar. Lo duro no es lo que se cuenta, sino el efecto que nos produce. En psicología decimos que, "cada persona, cada mente, es un terreno imposible de explorar por completo. Somos seres desconocidos hasta por nosotros mismos. El resorte que nos hace saltar, nunca está visible y siempre es un misterio".
Gracias por la reflexión que suscita este relato, duro, a raíz de las imágenes que deja.
Abrazos.
me gusta cuando callas y te escucho en silencio y tus labios me besan mientras toco tu frente
ResponderEliminarQue la esperqanza no nos falte nunca amigo, malo cuando la perdemos del todo. Saldremos de esto y lo recordaremos como un mal sueño.
ResponderEliminarCuídate Carlos.
Desde casa te mando este abrazo 🙅
Cuantas veces nos quisimos morir escuchando boleros...por suerte no lo hicimos...bello relato. Un beso Lía.
ResponderEliminarTodo es posible en la desesperación de un horizonte tan negro e incierto. Al final todo da igual, si nada de lo de alrededor sonríe...
ResponderEliminarEscribes divino. Un lujo siempre, cuando vengo a leerte. Muchos besos.
Trágico final de una vida en tiempos de pandemia, la soledad e incertidumbre agobian.
ResponderEliminarTu relato me hizo recordar al sastre de mi pueblo, que por allá en los años sesenta con ventanas y puertas del local abiertas, amaneció bañado en sangre recostado sobre la máquina Singer.
Un abrazo.
La soledad que se hace más soledad confinada, sin redes, con los hilos rotos, ya no hay nadie al otro extremo que los mueva. Nadie puede seguir navegando con sentido si no hay un puerto adonde quiera llegar.
ResponderEliminarUn relato excelente, Carlos, muy visual y cinematográfico, y ese bolero sonando de fondo... me gustó mucho.
Un abrazo, me encanta volver a reencontrarme con tu Arte y disfrutarlo.