Hola Carlos, rodearse de astucia cual SISIFO, para vencer a los dioses, no siempre tiene su recompensa...puede ser circunstancial el triunfo pero al final todo conduce a ese precipicio de lo insondable que no se puede evitar... Un abrazo
Todos somos un poco Sísifo, de modo que tu poema nos inspira y narra. Imposible no sentirse identificado, Poeta. Vivir es ahondar el abismo de uno mismo...
Hola Carlos , la verdad es que eso suele pasar y más si la persona en concreto es simpática y agradable , sabes me alegro de volver a leerte la verdad es que estado un tiempo desconectada , a ver si poco a poco me voy poniendo al día con todos vosotros amigo mío por cierto un poema muy bonito , me a gustado eso de la precipitación , por un momento cría que ibas a hablar del tiempo , te deseo un fantástico mes de octubre , besos de flor.
Hola Carlos!! Cuantos lugares para dejar la mirada, cuando te ves cautivada por una persona y no podes acercate.... muchas veces terminamos en ese precipicio. Que este mes de Octubre sea muy lindo para vos y para todos!! Besos!!
Ayyyyy que bonitooooo Carlos!!! El sentimiento es ingobernable, pongamos donde pongamos la mirada nunca sabremos a ciencia cierta cual será el desenlace... pero hay otra forma de vivir que no sea movernos hacia el amor? Besosssss y hermoso fin de semana para vos.
Qué curioso! Por lo general la belleza EXtrema está asociada a otros mitos como el de Narciso o el canto de las sirenas. Nunca había pensado en Sísifo de esa manera. Tiene sentido, luego de un esfuerzo, asomarse a un abismo que atrae y que nos anuncia ese instante... donde todo se puede derrumbar
Cuando oigo hablar de Sísifo casi siempre me asusto. No me fue el caso de hoy. Bello lamento de amor por algo que supera las propias esperanzas. Lo breve, si breve ... Un abrazo, Carlos.
Somos Sísifo e temos sempre agarrada à pedra que carregamos o caminho do abismo porque o amor é um lugar frágil. Uma boa semana com muita saúde. Um beijo.
Admirado Carlos, tu poema que toma como base, para su idea central, el castigo de Sísifo quien, según la mitología griega, fue fundador y rey de Éfira, nos pone de frente a esas disyuntivas de elegir y, por tanta belleza, como es el caso de esa fémina, imaginaria o real de tu poema, termina uno por sucumbir y, talvez, perderlo todo, en este caso el amor... pero, es que, maestro, la belleza nos asalta, muchas veces, con tanta intensidad que nos puede, incluso, suceder lo que experimentó el escritor francés Stendhal al visitar La Basílica de la Santa Cruz, en Florencia, Italia, quien se vio conmovido por tanta belleza en un solo sitio, tanto que al salir de la Basílica sintió que el corazón le latía intensamente y que su vida se había agotado y que tuvo miedo de caerse. Sucumbir ante la belleza es, pues, la paradoja de los seres sensibles a toda manifestación o sentimiento humano como el amor. Has escrito, Carlos, un pequeño poema pero gigantesco en contenido. Maestro, te dejo un fuerte abrazo.
Cuando hay tanto bello en que mirar se produce ese abismo, digamos, placentero... saludos
ResponderEliminarHola Carlos, rodearse de astucia cual SISIFO, para vencer a los dioses, no siempre tiene su recompensa...puede ser circunstancial el triunfo pero al final todo conduce a ese precipicio de lo insondable que no se puede evitar...
ResponderEliminarUn abrazo
Ese abismo tan dual.
ResponderEliminarAbrazo, Carlos.
El que todo lo quiere abarcar nada concluye y termina en el precipicio.
ResponderEliminarUn abrazo Carlos.
Por aquí solemos decir: "que no se le pueden pedir peras al olmo". Jeje.
ResponderEliminarMuy bonito.
Un abrazo, amigo Carlos.
ResponderEliminarJaaaaa, lo que dice el amigo Manuel, es muy cierto por aquí y lo suscribo...
Pero el texto es mucho más profundo ¡Ya lo creo!
Un abrazo.
Tantas cosas se quieren mirar, que la final uno se precipita y no ve nada.
ResponderEliminarUn abrazo, Carlos
Cuando no se sabe donde mirar y para no precipitarse al abismo es mejor bajar la mirada y mirarse a sí mismo.Saludos
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ResponderEliminarmuy buen poema Carlos. El amor produce esas sensaciones y momentos, que aunque parecen tremendos son sublimes.
Sucede a veces que se amontona el deleite.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente poema Carlos Augusto, un abrazo grande!
ResponderEliminarNo te quedes en el físico, vé más allá...
ResponderEliminarUn abrazo 😀
El deseo siempre nos lanza a un abismo pero el alma de la persona que deseamos puede salvarnos. Bello poema
ResponderEliminarSuele suceder... Lindo texto.
ResponderEliminarBesoooooos.
Aplauso para tu precioso poema.
ResponderEliminarUn abrazo Carlos
Todos somos un poco Sísifo, de modo que tu poema nos inspira y narra. Imposible no sentirse identificado, Poeta. Vivir es ahondar el abismo de uno mismo...
ResponderEliminarAbrazo sin sombrero.
Muchos terminamos precipitándonos al abismo.... aveces es mejor......Saludos amigo Carlos.
ResponderEliminarA cuantos abismo nos habremos precipitado en algún momento de la vida. Saludos y un abrazo.
ResponderEliminarAhora cierra los ojos y mira hacia dentro...
ResponderEliminarAbracines utópicos.-
Hola Carlos , la verdad es que eso suele pasar y más si la persona en concreto es simpática
ResponderEliminary agradable , sabes me alegro de volver a leerte la verdad es que estado un tiempo desconectada , a ver si poco a poco me voy poniendo al día con todos vosotros amigo mío
por cierto un poema muy bonito , me a gustado eso de la precipitación , por un momento cría que ibas a hablar del tiempo , te deseo un fantástico mes de octubre , besos de flor.
Hola Carlos, no mires con los ojos, mira con el corazón, que para ser Sísifo, ya tendremos tiempo.
ResponderEliminarAbrazos enormes
Encontrarse en un callejón sin salida y no saber por dónde salir... así es el precipicio cuando esa persona lo es todo para ti!
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Carlos!!
ResponderEliminarCuantos lugares para dejar la mirada, cuando te ves cautivada por una persona y no podes acercate.... muchas veces terminamos en ese precipicio.
Que este mes de Octubre sea muy lindo para vos y para todos!!
Besos!!
Ayyyyy que bonitooooo Carlos!!!
ResponderEliminarEl sentimiento es ingobernable,
pongamos donde pongamos la mirada
nunca sabremos a ciencia cierta
cual será el desenlace... pero hay otra forma de vivir
que no sea movernos hacia el amor?
Besosssss y hermoso fin de semana para vos.
Qué curioso! Por lo general la belleza EXtrema está asociada a otros mitos como el de Narciso o el canto de las sirenas. Nunca había pensado en Sísifo de esa manera. Tiene sentido, luego de un esfuerzo, asomarse a un abismo que atrae y que nos anuncia ese instante... donde todo se puede derrumbar
ResponderEliminarAbrazos Carlos querido!
A veces cuesta no caer en los abismos.
ResponderEliminarBesos.
Bom dia Carlos. Cada dia que eu vejo falta pouco para sairmos desse abismo que é a pandemia. Muita saúde meu amigo.
ResponderEliminaruncertain outcome....
ResponderEliminarthe truth will win.
# Have a nice weekend
Muy buena reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo.
Breve belleza poética. Es La poesía una constante ráfaga de dudas que se envuelven con la belleza
ResponderEliminarSaludos
Cuando oigo hablar de Sísifo casi siempre me asusto. No me fue el caso de hoy. Bello lamento de amor por algo que supera las propias esperanzas.
ResponderEliminarLo breve, si breve ...
Un abrazo, Carlos.
Ese abismo es el más agradable de todos.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Ninguém merece tão duro castigo.
ResponderEliminarPor mais dura que seja a pena, o seu cumprimento deve bastar para a sua remissão.
Abraço amigo.
Juvenal Nunes
Um belo poema de amor!!
ResponderEliminarTe abraço, boa semana
Somos Sísifo e temos sempre agarrada à pedra que carregamos o caminho do abismo porque o amor é um lugar frágil.
ResponderEliminarUma boa semana com muita saúde.
Um beijo.
Mientras decides donde poner la mirada, escribes bella letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Admirado Carlos, tu poema que toma como base, para su idea central, el castigo de Sísifo quien, según la mitología griega, fue fundador y rey de Éfira, nos pone de frente a esas disyuntivas de elegir y, por tanta belleza, como es el caso de esa fémina, imaginaria o real de tu poema, termina uno por sucumbir y, talvez, perderlo todo, en este caso el amor... pero, es que, maestro, la belleza nos asalta, muchas veces, con tanta intensidad que nos puede, incluso, suceder lo que experimentó el escritor francés Stendhal al visitar La Basílica de la Santa Cruz, en Florencia, Italia, quien se vio conmovido por tanta belleza en un solo sitio, tanto que al salir de la Basílica sintió que el corazón le latía intensamente y que su vida se había agotado y que tuvo miedo de caerse. Sucumbir ante la belleza es, pues, la paradoja de los seres sensibles a toda manifestación o sentimiento humano como el amor.
ResponderEliminarHas escrito, Carlos, un pequeño poema pero gigantesco en contenido.
Maestro, te dejo un fuerte abrazo.
Habrá que seguir intentando encontrar el lugar adecuado, Carlos. Al fin y al cabo... es que persevera alcanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una maravilla master sus palabras
ResponderEliminarGenial este poema, donde dejar la mirada? muy bello.
ResponderEliminarUn abrazo Carlos
El sentimiento es inmanejable y nos desborda hasta caer en abismo...bellas y profundas letras!! Beso
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