*Foto propia intervenida
Eco de su dulce voz que se
repite en las grietas
de la ciudad vieja,
como un fino puñal que hiere de
felicidad la memoria.
No está,
es el viento que se ha quedado con su
habla de sirena
citadina,
y me fuerza a buscarla en la barra de
los bares
donde cantábamos con Sabina
“mi corazón de viaje
de un pasado bucanero
de un velero al abordaje
de un no te quiero querer.”
La ciudad vieja huele a ella,
como
una flor que hubiera abierto
su
sexo,
a
los aromas del deseo,
desparramándolos
por la piel de las piedras
y
los muros,
como
una bella maldición
Ese aroma que huele a ella, al deseo de sentirla, de tocarla, de tenerla, y escuchas su cálida voz y el susurro que te late a felicidad.
ResponderEliminarQué hermoso lo que has escrito, mi querido poeta, da gusto leerte.
Besos enormes con admiración.
El recuerdo de la persona amada aveces es tan grande que se puede oler, escuchar, tocar...estando muy lejos. Muy bonitos los versos.
ResponderEliminarUn abrazo, Carlos
ResponderEliminarEl aroma del ser querido se queda dentro de nosotros, no se diluye, es una hermosa entrada, una gozada leerte, carlos.
Un abrazo.
Hay aromas que viven en la piel del recuerdo y renacen cada tanto,sin saber como llegan, pero ahí están, rememorando tiempo y horas.Bello poema estimado Carlos, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarmariarosa
Con tu descripción demuestras que una imagen no vale más que mil palabras. Ni siquiera que cien. Y lo consigues.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarViajé a la Ciudad Vieja de mi ciudad, porque tus versos me trajeron otra voz.
Son voces con un eco especial, que no se apaga
Un abrazo
Hay olores que no se olvidan ni con el paso del tiempo, están siempre presentes en nuestro subconsciente, ese esencia va ligada a nosotros.Ese es el verdadero y más hermoso tatuaje.
ResponderEliminarA veces duele...Genial este poema Carlos. Mi felicitación.
Un beso
Los recuerdos cuando llegan con aroma, son más recuerdo y más nostalgia.
ResponderEliminarEs un poema precioso, Carlos.
Delicadeza y buen versar. Te felicito.
Abrazo.
Esos aromas nos recuerdan que estamos vivos
ResponderEliminar... en alma y corazón
hermoso paseo por tu poema
un beso
Nostalgia de alguien que ya no está pero sigue su aroma presente en tu memoria.Saludos
ResponderEliminarUn aroma que llega a través de tus hermosas palabras.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay aromas que perduran en el tiempo!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Aromas que son recuerdos, mujeres que son puro sexo.
ResponderEliminarUn abrazo Carlos.
Querido Carlos. Hermosa frase final, parece contradicción pero no lo es, es una excelente antítesis.
ResponderEliminarTe cuento que me acabo de encontrar con el amigo SEbastián, estuvimos conversando cinco minutos, pero quedamos en avisarnos para un próximo encuentro. Muy buena onda.
Me dio tu libro y le dejé algo simbólico por haberse molestado y ofrecerse como correo.
Así que ahora me dispongo a leer buena poesía salida de esas tertulias.
Pero esto no puede terminar acá. En cuanto me digas qué óleo de los míos te gusta, te lo envío con el mismo Sebastián (ya lo preavisé) o él mismo me dijo que puede ser un amigo en común entre uds, que me avisará cuando alguien viaje para allá.
Así que, conversaremos sobre las telas que tengo acá en casa. Espero saber cuál te gustaría colgar en tu casa.
Abrazo gigante desde el Río de La Plata, Carlos querido!
Ah, muchísimas gracias por enviarme el libro, amigo!!!!!
ResponderEliminarBella nostalgia del recuerdo, aromas que perduraran y están presentes a casa paso. Saludos amigo Carlos.
ResponderEliminarCantando a Sabina todo puede ocurrir...
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Boa tarde Carlos!
ResponderEliminarA memória é incrível!
Guarda em um cantinho especial, aromas e sensações, que despertam em algum momento.
Amei seu texto.
Abraço, Deus abençoe você!
¡Hola, Carlos!
ResponderEliminar¡Fantástico poema has escrito, amigo Poeta! Así es, los bellos recuerdos asoman la cabeza con frecuencia, porque los tenemos ahí guardados en el ático de la memoria.
Casualidades de la vida, acabo de echar al aire algo que habla también de los recuerdos.
Ha sido un inmenso placer leerte,Maestro, gracias por darnos tanto y tan hermoso.
Te dejo mi admiración y mi gran estima.
Un abrazo y se muy, muy feliz.
Hermoso!
ResponderEliminarY con aires tangueros...
Besitos.
Los recuerdos del amor son los más bellos, algunos más dulces que otros, así es el amor, nunca se va del todo, solo se queda escondido en algún rinconcito de nuestro subconsciente y de vez en cuando reaparecen los recuerdos.
ResponderEliminarGracias por regalarnos tus bellas palabras.
Un abrazo
Siempre o casi siempre, Carlos, son ellas las aromas, las que no llevan al encuentro de esa emoción escondida que nos va situando de forma y manera instintiva en ese ámbito o lugar en el cual nos hemos sentido arrobados y por instantes revivimos, esas ancladas sensaciones que nos hacen soñar. Gracias por esta linda esencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola paso de visita para dejarte mis buenos deseos. Los aromas son los recuerdos y los recuerdos son los aromas que algunas veces puedes asta sentir. precioso tu poema. Saludos
ResponderEliminarQué belleza de palabras y de sentimientos. Cuando el amor es verdadero, todos los recuerdos golpean el corazón, no hay olvido...
ResponderEliminarUn beso grande.
Es muy bello el poema. Todo te recuerda a la persona amada y en todos los lugares la buscas.
ResponderEliminarMe gusta Sabina.
Un beso suspirado.
Hola Carlos. Bellos los versos. Es lo que tiene amar hasta perder el sentido. Los aromas quedan impregnados por todos aquellos lugares donde se fue feliz.
ResponderEliminarAbrazossss
Aromas antigos. De uma cidade velha. De um tempo que não sai da memória.
ResponderEliminarUma boa semana.
Um beijo.
Esas ciudades viejas sin duda tienen alma...
ResponderEliminarPaz
Isaac
Unos recuerdos muy hermosos mezclados con los aromas que siempre van a parar a Ella.
ResponderEliminarAbrazos Carlos.
Hola Carlos. Me he sentido identificada porque me he enamorado del aroma de alguien y de verdad que te hace volar..saludos
ResponderEliminarHola nuevamente Carlos.
ResponderEliminarSi querés y podés enviame un mail a frodoblog@hotmail.com y por ahí podemos arreglar lo del lienzo, sino pasame tu mail
Abrazo gigante!
esencias dulces, recuedos entrañables, un beso desde mi brillo del mar
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ResponderEliminarEsos peces de ciudad que ya no tienen islas a las que naufragar, que sobreviven con los recuerdos, que pasean por las viejas calles esperando escuchar entre las grietas la voz de esa añorada sirena que les enseñó a besar y cantaba en los bares canciones de piratas...
Me encanta Sabina, Carlos, es un inmenso poeta, como tú.
Un abrazo,
Creo que eres un bálsamo para un alma herida que te lee y quisiera saber de que maneras lo haces, llegas al corazón no hay manchas en las callejuelas de la vieja ciudad, tú sacas de tus recuerdos la voz del silencio besitoss
ResponderEliminarEn la ciudad viaja, en la barra de los bares o en alguna cantina de barrio... tal vez aún dormiten esos años ya lejanos.
ResponderEliminarUn abrazo.
En la ciudad vieja, quise decir.
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