Muere en la Mesa de Jéridas la tarde.
En la noche su cielo se preña de estrellas,
las mismas que miraban con asombro
los indios guanes,
antes del genocidio del conquistador Alfinger,
con sus adargas,
arcabuces,
espadas,
y la bendición de la cruz.
Esta noche,
como en otras noches,
se escucharán los ayes de sus almas,
contándoles a las estrellas,
el horror de la matanza.
*Al fondo la Mesa de Jéridas
ResponderEliminarMe ha encantado la frase:
"En la noche su cielo se preña de estrellas"
Un poema cargado de terror, pero tiene algo especial que me ha encantado, amigo Carlos.
Un deleite siempre leerte.
Un beso enorme.
ResponderEliminarEl dolor de batalla y esa esencia de triunfo ancestral...
Me encantó...
Besitos
Buenas tardes, Carlos:
ResponderEliminarFelicidades por tu poema, al que has dotado de una sensibilidad universal (pese a estar claramente pegado a una tierra) y al que has impregnado de una tensión narrativa que aviva nuestros sentidos.
Y sí, podre del pueblo que para sentirse grande necesita conquistar a otro; y pobre del pueblo que entiende como paz lo que es sumisión.
Admiro tu capacidad para hacer de tus poemas, siempre tan tuyos, algo tan nuestro.
Gracias, Carlos.
el lenguaje empleado me ha llevado en un viaje en el tiempo a épocas antiguas
ResponderEliminarfue como leer en sepia la memoria
abrazos Carlos
y feliz sn valentín :)
ResponderEliminarCon seguridad los angeles arcabuceros
cantaran bellas canciones
y sus almas se elevaran al Cielo.
Un fuerte abrazo estimado amigo.
DE LA TRAGEDIA TÚ SACAR POESÍA. EXCELENTE TEXTO.
ResponderEliminarABRAZOS
Realmente sobrecogedor queda plasmada esa terrible matanza en tus letras. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarDuelen hoy las letras.
ResponderEliminarUn abrazo
Tu poema es una píldora para la memoria, nuestra raza nativa fue aplastada por el invasor, pero nos quedó la voz y la palabra para condenar tal barbarie.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Carlos. Versos dolorosos, tal como han sido en toda conquista que ha habido en el mundo a lo largo de los tiempos. Es bueno recordarlo y que aparezca en los textos para que no se olvide el daño causado y que éste no se vuelva a repetir.
ResponderEliminarAbrazos
Boa tarde, a historia negativa não deve de ser esquecida, pelo contrario, a publicação é excelente.
ResponderEliminarAG
ResponderEliminarVersos que muerden la poesía con su verdad histórica. Un abrazo.
mariarosa
Ninguna invasión está justificada,ninguna conquista hace más grande a los países,al contrario,el tiempo y la historia terminan siempre por dar la razón a los conquistados y quitársela a los conquistadores.Tu poema de hoy es un grito de libertad y de dignidad de todos aquellos que fueron sometidos por la fuerza en nombre de un dios inventado por los hombres para tener una coartada.
ResponderEliminarAbrazos Carlos
Belo poema repleto de História. Nada justiça a crueldade. Besos, Carlos!
ResponderEliminarintenso ...
ResponderEliminartus letras son intensas.....
como la mente que lo piensa
y el alma de un amador.....
Un poemas excelente, como todas tus composiciones. Lo universal del tema (aunque hables de cosas cercanas) porque las matanzas mundanas han estado y están en todas partes.
ResponderEliminarSaludos, poeta.
Feliz día.
ResponderEliminarTu poema me ha conmocionado intensamente, como todo lo referente a la barbarie de lo que fue la Conquista. Un testimonio necesario de un hecho histórico, cruel y salvaje.
Enhorabuena, Carlos. Y un gran abrazo.
Un cielo preñado de estrellas en cuya tregua la palabra se desliza por la cerradura de nuestras batallas.
ResponderEliminarMi abrazo de luz y admiración
hola guapo ven por aquí por remirar de nuevo tu blog y preguntarte si te funciona el traductor que puse es pero que solo tienes que elegir el idioma que desees
ResponderEliminarbesos
Triste. Un abrazo.
ResponderEliminarBellísimo poema.
Buen domingo Carlos.
Triste. Un abrazo.
ResponderEliminarBellísimo poema.
Buen domingo Carlos.
Triste. Un abrazo.
ResponderEliminarBellísimo poema.
Buen domingo Carlos.
Hermoso poema como debe ser contemplar las estrellas desde esa meseta con tanta historia y trageia.
ResponderEliminar¿No te parece conmovedor y mágico, carlos, ver el mismo cielo que miraron los guanes. la Naturaleza no entiende de etnias ni de conquistas.
Creo que Alfinger más que la Cruz le movía el acumular riquezas y seguir al pie de la letra el encargo de sus "patrocinadores" una especie de banqueros de la época.
La barbarie que como dice Voltaire no se elimina con la civilización, sólo se sofistica, no hay más que echar un ojo al Mundo.
Un placer, poeta.
Anna, no ha habido problema por la traducción, porque cuando no tenías el traductor, me tomaba la molestia de traducirlo en Geogle. Ahora, idnudablemente mejor con el traductor ínsito en el blog. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy triste la matanza.Las estrellas brillando en son de paz.
ResponderEliminarAbrazo
uuffff Carlos una denuncia poética, dura, pero las las estrellas brillan sus almas, profundo y hermoso , un beso desde mi brillo del mar
ResponderEliminarPoema triste y duro, pero por desgracia el horror se sigue practicando.
ResponderEliminarAbrazo Carlos.
ABrazos Carlos, mil gracias por tus comentarios en mi sucucho palabrero
ResponderEliminarten una jornada preciosa :D
Cómo no recordar esa triste historia, Carlos.
ResponderEliminarSaludos y que las estrellas sigan brillando para ti.
Intensamente triste, pero bello.
ResponderEliminarUn placer leerte, amigo.
Un abrazo.
ResponderEliminarBello poema. Suscribo letra a letra el comentario de Joaquín Galán. Me alegro de visitar tu blog. Saludos.
De la tragedia brota algo sublime. Sobrecoge, sin duda.
ResponderEliminarMi beso, Carlos