La casa
En la casa los recuerdos aún
mantienen viva el alma,
con las macetas florecidas de geranios,
claveles y siemprevivas,
y en el aroma de los nísperos en el solar,
anunciando la madrugada.
Por un costado de la casa miro con temor
la ciudad moderna,
avanzando amenazante
con sus patas de hormigón
sobre la ciudad vieja.
Sé que algún día echarán la casa abajo
y me sepultarán sus paredes caídas
en el más dulce de los recuerdos
*Foto propia: Casa Museo Moderno, Ramírez Villamizar, Pamplona, Norte de Santander (Colombia)
Ay!!! Carlos, me has evocado esos recuerdos, de la casa de mis padres.
ResponderEliminarTriste pero hermoso.Un placer leer tu corazón.
Feliz comienzo de semana.
Abrazo.
la casa a veces coincide con lo que llamamos hogar
ResponderEliminarotras no
abrazos
Cuánta nostalgia... creí estar viendo la casa de mis padres, allá donde crecí.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarLoado testimonio nos dejas Carlos, desde ese ámbito recóndito del pasado, que muestra huellas indelebles en el sentir del presente...
Un abrazo
ResponderEliminarCada casa que cae se lleva nuestros recuerdos, momentos vividos y voces que quedaron entrae sus paredes. Hermoso y nostalgioso poema.
mariarosa
Hermoso y melancólito texto. Me hace recordar que todos formaremos parte del recuerdo de nuestras casas... algún día, lejano...
ResponderEliminarBesos Carlos
ESO QUE SE LLAMA PROSPERIDAD QUE ABANZA CON FUERZA, ES LA QUE SE LLEVA POR DELANTE LAS RAÍCES NUESTRAS. MAS SEAMOS POSITIVOS Y VAYAMOS CAMINANDO CON LOS TIEMPOS.
ResponderEliminarUN ABRAZO, MI GRATITUD Y ESTIMA. MARINA.
SE MUY MUY FELIZ.
Hay casas que están abrigadas de recuerdos, en cada habitación, en cada rincón, todo huele a añoranzas, a melancolías, por quiénes habitaron, por quiénes tanto dieron, y hoy tan sólo quedan recuerdos.
ResponderEliminarNostálgica pero bellísima entrada.
Un beso enorme, amigo Carlos.
Los recuerdos sepultan, sí. Pero yo los veo dolorosos.
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ResponderEliminarSe llama progreso.
Precioso poema, Carlos. Nos traspasa la añoranza
Mi casa, de madera y de piedra
ahora es un gran cubo, de hormigón y cristal.
Donde quedó mi patio
de baldosas azules?
la dulzura inclinada de la higuera?...
Abrazo
Buenas tardes, Carlos:
ResponderEliminarConfío en que el futuro de esa casa no sea el aciago que tú temes. Tu excelente poema ha hecho que la sienta parte de mi barrio emocional, este por el que callejeo cuando me dejo escribir por las emociones.
Un abrazo, Carlos.
me ha gustado mucho el paseo por los nombres de las flores...
ResponderEliminarcorto paseo pero encantador
Cuando el tiempo pasa nos aleja más y más de la infancia, y la añoramos más y más cada día. Bello poema Carlos.
ResponderEliminarAbrazo
Hermoso poema, Carlos.
ResponderEliminarMe has hecho añorar otro tiempo, otra casa.
Un abrazo
Un poema lleno de emociones. Un tiempo en la que miras con temor como amenazante avanza ver peigras la casa donde tus ilusiones se forjaron junto a geranios, simpre vivas y claveles..
ResponderEliminarSiempre hay un hueco para la añoranza... vino a visitarme al leer tu poema.
Un cálido abrazo Carlos
Boa tarde, memorias dolorosas que devem de ser ultrapassas, o poema é lindo e objectivo.
ResponderEliminarBom fim de semana,
AG
Vive el momento que importa lo que pasará
ResponderEliminardisfruta el instante infinito entre vos y tu misma piel
mientras sigues escribiendo
Querido Carlos esa expansion aplastante que sepulta nuestros sueños, el progreso. Es un poema muy evocador amigo, un abrazo feliz!
ResponderEliminarHola Carlos :)
ResponderEliminarEste poema habla muy bien del sentimentalismo que le ponemos a las cosas o medios de nuestro entorno.
Me ha gstado mucho
Un beso grande
Carlos ...me has tocado el corazón,
ResponderEliminarme ha dado pena el pensar en lo que será
mi casa como la que fueron la de nuestros padres,
cumpleaños, nacimientos, reuniones, felices fiestas !!
etc y el que va quedando solo con toda esa carga de recuerdos
Un beso a tu nostálgico corazón
No es materialismo, sino materializar un sentimiento.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu entrada.
Atentamente,
Un diario personal más.
yo vivo en la casa donde nací, aquí nacieron mis hijos y aquí espero morir...
ResponderEliminarlas casas que lo son todo, verdad?
besos.
Mientras haya recuerdos nada desaparecerá
ResponderEliminarAlgún día todo será olvido incluso lo olvidado.
ResponderEliminarBeso
Menos mal que nos quedan los recuerdos , esos no los derriba nadie. Un abrazo.
ResponderEliminarNunca de tu corazón poeta.
ResponderEliminarAbrazo
Nos queda lo que queremos que nos quede
ResponderEliminartenemos el poder e nuestras mente
Hola Carlos. Hay casas que están llenas de recuerdos, pero que al igual que humanos, las casas se mueren y con ellas los recuerdos quedan solitarios. Muy bonito como lo has escrito. Lo moderno se va comiendo a lo antiguo.
ResponderEliminarAbrazossssssssss
Que prodigio la poesía...
ResponderEliminarNos colma de belleza nos hace volar,recordar, soñar y guardar todo en nuestro cofre corazón .
Gracias y un fuerte abrazo.
bellísimo!!!
ResponderEliminarla casa y los recuerdos hacen a uno...
besos,
Carlos:
ResponderEliminarDesde la hermosa fotografía que nos compartes, comenzamos a sentir que hacemos un viaje de regreso al pasado; sentimos la necesidad de hacer una introspección personal para descubrirnos nostálgicos ante un pasado feliz y más en comunión con la madre naturaleza. Tu poema nos muestra sin rodeos el avance irracional del hombre y su llamada civilización en donde la selva de cemento se prioriza por encima de del paraíso verde. El dios dinero es el que manda y cada espacio de tierra debe ser construido y con cada pedazo de tierra construido desaparecen los madroños, los caimos, la guabas, los nísperos, los mangos, las chirimoyas, etc. Ya esto es bien evidente en los pueblos colombianos; en fin, crónica de una muerte anunciada, para recordar a Gabriel García Márquez.
Maestro, esta entra es genial!!!
Un abrazo.
La modernidad pide su paso y arrasa con todo, lo importante es no destruirlo en nosotros mismos y que prevalezca en el recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.