Foto propia de intervención
Marinero ebrio
de su lúbrico cuerpo,
me aventuro por sus costas sin hollar
Desde las gavias,
he visto despertar sus pechos
de leche y miel,
en la caricia de la brisa tibia
amanecer de sus labios húmedos.
Mañana,
mi barco en el hechizo
fondeará el golfo de su ensueño:
allí donde juntas
mujer,
tus aguas de dulce y sal.