¡Cuánto duelen estas tardes¡
avanzando lerdas al crepúsculo.
¡Cuánto aprietan el alma¡
con la persistencia de un dolor
sin orígenes.
Como los granos de un reloj de arena
que ha perdido la noción del tiempo
se desmorona mi alma
Foto propia, Piedecuesta
Duelen tus versos, duele tu poesía, duele cómo llega en intensidad, qué bien sabes transmitir emociones, amigo mío, siempre tus letras llegan con arte y belleza.
ResponderEliminarBesos enormes y feliz tarde.
Descripción precisa y descarnada de la pena y de la melancolía!!! Sorprendente alcance de composición lírica!!!
ResponderEliminarAbrazos Poeta!!!
el cuánto a veces se hace imponderable
ResponderEliminarabrazos Carlos
Y cuando eso nos acontece, lo aconsejable es salir a pasear, llegar hasta un jardín, observar a los niños jugar, escuchar el canto de los pájaros, disfrutar del tributo al arcoíris que le brindan las flores, y respirar; respirar profundo. La vida, qué cosa tan dulce y dolorosa es la vida. Un abrazo.
ResponderEliminarbelleza en tus versos
ResponderEliminarparecen nudos que se sienten...
sobre un color anaranjado
un beso y un abrazo
Divino, un poema que es una maravilla
ResponderEliminarPero me pone triste, no te desmorones...
Muchos besos.
Un poema duro, que duele...
ResponderEliminarHay que poner remedio si eso te sucede.
Un abrazo
Poema triste, duro y melancólico; pero de una belleza atronadora.
ResponderEliminarAbrazo maestro Carlos.
¿Por que tan triste muchacho?
ResponderEliminarNo te lo mereces.....
Eres un hombre integro quizas con alguno miedos
Cuenta conmigo siempre
Cuánto dolor.
ResponderEliminarSaludo soñador.
Impacta la imagen de los granos de arena.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Unos versos que duelen al leerlos......Besicos
ResponderEliminarEl crepúsculo, el umbral entre luz y oscuridad. Ahí se decantan las sensaciones del alma,en tu poema, mientras el reloj de arena mide el misterio del tiempo. Bella oda al dolor de ser y no ser, como diría W.Shakespeare.
ResponderEliminarAbrazo Carlos.
Muy bello.
ResponderEliminarNostalgia a flor de piel.
Besos estimado amigo.
ResponderEliminarLas imágenes de tu poema, tienen el color de la tristeza, hermoso poema.
mariarosa
Triste, muy triste sentirse así... con el alma desmoronándose.
ResponderEliminarUn abrazo.
Uy ese triste dolor, de granos de arena perdidos.
ResponderEliminarCuanto duele la poesia a veces!.
Saludos
Un poema hermoso lleno de dolor que llora en cada letra......saludos
ResponderEliminarAhí está la maestría de dos líneas que pueden proporcionar tanta información, son palabras que hacen boicot a la alegría, que traspasan y sufren contigo en este duelo a la ilusión, salen de ti sin aliento, convirtiéndose en emociones que no hacen bien ni hacen feliz.
ResponderEliminarUn beso grande, querido amigo.
Prezado Carlos Augusto,
ResponderEliminarA tarde não dói, talvez
Dói na alma o que se fez
Que não foi humano e justo.
Com o teu poema me assusto
Por te encontrar desta vez
Sem ânimo. A altivez
É maior que um alto arbusto.
Pense alto e seja altivo
Que encontrarás o motivo
A ver a tarde risonha.
Tudo depende do humor,
Cante alto o teu amor
Enquanto tu'alma sonha.
Parabéns pela construção do poema! Está perfeito em forma, mas em conteúdo, imagino vê-lo entristecido e não me agrada. Nós tivemos um poeta tuberculoso e pessimista, Augusto do Anjos, que escreveu assim: Ninguém assistiu ontem o formidável enterro de tua última quimera. / Somente a ingratidão, essa pantera / Foi a tua companheira inseparável.../ Homem, acostuma-te à lama que te espera / Quem nesta terra miserável habita entre feras / Sente a inevitável necessidade de também ser fera... / Tome o fósforo e acenda outro cigarro / O beijo é a véspera do escarro / E a mão que afaga é a mesma que apedreja... Veja Carlos como é triste cantar a tristeza. Cantemos, pois, a alegria! Ainda mais que estamos nas vésperas do carnaval. Grande abraço. Laerte.
ResponderEliminarA veces, el dolor del alma es un sentimiento dulce, como la tristeza.
Abrazo largo, Carlos
El dolor sabe de sobra cuanto se sufre al sentirlo, tus letras llevan tristeza.
ResponderEliminarAbrazo poeta
Cuando la nostalgia se apodera de nosotros, muchas veces sin razón aparente, la tristeza nos invade y tratamos de grapar los sentimientos en ese lerdo atardecer.
ResponderEliminarMe encantaría saber expresarlo como tú, pero esa sensación muchas veces la he tenido.
Te dejo cariños y te deseo una feliz semana.
kasioles
Duele el tiempo en general,porque se va para siempre,pero tal vez las tardes duelan más porque ellas nos traen la incertidumbre de las noches.
ResponderEliminarUn poema que me ha llegando hondo estimado Carlos,todo sentimiento.
Un abrazo
MERCE CARDONA Dice, tus poemas están llenos de tristeza, vive el día a día, mira el mundo que esta hecho un asco, mas piensa que también hay cosas hermosas.... Si yo no lo hiciera así, me volvería loca.... ME ENCANTA VER LOS PÁJAROS VOLAR, ADMIRAR UNA HERMOSA PUESTA DE SOL. SOÑAR QUE ESTOY EN LA PLAYA. No se si es bueno vivir así, pero a mi me funciona. Y pienso que en este mundo repleto de injusticias, tiene que llegar un momento LLENO DE PAZ... Cuando escucho a los políticos los considero como un espectáculo de payasos.... Besos. +
ResponderEliminarHola, querido amigo Carlos!
ResponderEliminarGracias por tu visita y gentis palabras.
Magnífico poema, onde hablas do tiempo, das tardes, que, por veces parecem intermináveis. Será solidão? La noche tiene sus encantos y devaneios. Las dolores tal vez existam también, pero estão no escuro.
Comparar un relógio de arena com tu alma, me parece exagerado, poeta, pero los poetas tienem sempre sentiminetos y sensaciones próprias.
Besos y bon fim de semana.
Hola, muy bonito poema pero siento que estas triste, espero pase pronto un abrazo amigo
ResponderEliminarEl dolor se cura con un poema, así como el tuyo.
ResponderEliminarBesos Carlos.
Gracias y feliz finde.
muchas gracias por tus huellas Carlos
ResponderEliminarabrazos de sol
Duele y duele.
ResponderEliminarEspero que pronto pase
saludos
El último crepúsculo
ResponderEliminarHay un dolor de soledades,
ay, de cuitas, de nostalgias!,
de insoportables levedades,
de calles polvorientas,
recuerdos clavados en el alma
como fotos lentamente envejecidas,
de recuerdos ya borrosos,
dolores de amores fenecidos,
de tardes desgranadas en suplicios,
de un trago amargo de aguardiente,
viejas huellas laceradas en la piedra.
Ay, qué tardes de pueblos tristes,
de ventanas al abismo de la vida,
fermentos de historias olvidadas,
de saudades de un último crepúsculo.
Maestro, tu poema me ha tocado el alma y me ha inspirado este poema que te lo dejo como comentario al tuyo. Leo lo que pasa en Colombia y más se prolonga en exilio y me duele el alma.
Recibe un fuerte abrazo.
Gracias, maestría
EliminarMe gusta tu melancolía.
ResponderEliminarSaludos!!
A veces la belleza duele... y esculpe versos ... clarividencias de la vIDA.
ResponderEliminarMi abrazo de luz
a mi me pesan como losas.... menos mal que ya se van acortrando las noches, verdad?
ResponderEliminarbesos.
¡Cielos, Carlos, cuánto dolor!
ResponderEliminarEspero que te hayas inspirado en otro ser humano, o que sea algo pasajero como lo son los nubarrones grises de la imagen.
Desde aquí mi fuerza positiva para que te vaya bien y digas adiós a la nostalgia.
Un fuerte abrazo de esperanza