Cuántas veces tirados en estos pastizales de yaraguá, nos quedábamos alelados mirando las nubes, formar a su capricho, figuras de aves, que se nos antojaban gallos de pelea porque siempre tenían las alas abiertas, y las patas alzadas en gesto de ataque. "Sólo les falta el alboroto de las galleras", decía ella, mientras me miraba con sus ojos dulces y serenos, que habría de nublar la muerte.Eran otros tiempos, cuando se podía respirar, y el aire entraba a los pulmones, limpio, con el olor dulzón de los almendros, y el picante de los bosques de canelo.
Ahora, el aire huele a pólvora, a sangre revenida, sangre de matadero, la misma que le puso a ella alas de tristeza, y se fue muriendo poco a poco, como se fueron muriendo los potreros de pasto yaraguá, donde nos acostábamos a mirar las peleas de gallos, que formaban las nubes en la inmensa gallera del cielo, de tarde en tarde
qué triste ...
ResponderEliminarla pólvora y la sangre siempre dejan rastros dolorosos
abrazos
Triste y sinembargo tan real.
ResponderEliminarBesitos
ResponderEliminarUna queja, una realidad que la prosa poética suaviza.
mariarosa
La pena se vacía al narrar esos fuegos, gracias amigo.
ResponderEliminarAbrazo
Hola Carlos. Un poema triste por como el hombre destruye lo que le proporciona parte de su felicidad. Qué pena que no se pueda respirar como antes y contemplar desde la tierra el cielo limpio sin humo de quemas.
ResponderEliminarCuentos poético bello pero tristón.
Abrazossssssssssss
Cuando mi ahijada y yo viajamos juntas, en auto o en bus siempre pasamos el viaje diciendo qué formas vemos en las nubes, comenzé el juego un día que el viaje se nos hacía aburrido y ahóra se ha convertido en todo un clásico en nuestros trayectos por carretera.
ResponderEliminarBesos :)
La recordás como se recuerda lo bueno de la vida.
ResponderEliminarEs como el habano que fumaste deleitándote por dentro
La recordas en cada uno de tus textos
Sentis su fragancia
su locura de mujer caliente
la recordas compañero
Qué pena ver como todo va a peor en la vida. Muy tristes hoy tus letras amigo, pero aun así quedan bien explicadas y dirigidas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Cuánta tristeza nos dejan la guerra y la muerte sembrando desolación donde reinaban la alegría y la paz. Ah, tiempos aquellos, tal vez regresen... tal vez.
ResponderEliminarUn abrazo.
Entristece la ausencia de un pasado mejor, tal vez con ella el olor del presente no sería el que es. Vamos a quedarnos con el hermoso recuerdo, con las nubes caprichosas, y la pureza del aire. Un abrazo, Carlos.
ResponderEliminarPrecioso soplo de magia y ternura para evocar un triste recuerdo.
ResponderEliminarBuenas noches, Carlos
Buenas tardes, Carlos:
ResponderEliminarGracias por compartir este cuento, tan triste como hermoso.
Hoy miraré el cielo y lo veré diferente.
Un abrazo, Carlos.
Intensamente nostálgico...
ResponderEliminarUm beijo, poeta
si de por sí, esos olores no me gustan separados.... juntos no lo quiero ni pensar
ResponderEliminarun beso
Hola te envio mi blog de poesías por si quieres mirarlo gracias
ResponderEliminarpasare mas veces por aquí
besos
http://anna-historias.blogspot.com.es/2016/08/los-pasos.html#comment-form
Gracias
ResponderEliminarNos quedamos boquiabiertos, Carlos, sin articular palabras, ante este desgarro que el texto emana…
Un abrazo
Nadie es igual después del olor a guerra, me conmueve el texto...
ResponderEliminarCariños, Carlos.
Bonito, porém triste.
ResponderEliminarGostei imenso!
Ótima semana!
Ótimo mês de setembro!
Abraços e sorrisos!
Blog da Smareis
El aire huele a pólvora y sangre envenenada... qué intensa tu entrada, y qué nostálgica, amigo Carlos, cada día admiro más tu manera de transmitir.
ResponderEliminarUn beso, Poeta.
Que bello y profundo.
ResponderEliminarHas logrado conmoverme con tus letras.
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarmuchas gracias por tus huellas Carlos
ResponderEliminarabrazos de sol
Hermosas letras
ResponderEliminarpero caramba , como sangran¡
abrazos siempre
¡Hola, Carlos!!!
ResponderEliminarNos dejas un texto agridulce y bello donde se perciben añoranzas y, denuncia merecida del presente, mas hemos de quedarnos con lo positivo pues algo habrá. Adelante, a ver las pequeñas cosas que la v ida nos regala y tratemos de ser felices.
Te dejo mi inmensa estima y gratitud.
Un abrazo sincero, de esos que curan y, que los médicos no recetan.
Se feliz
Hola, Carlos!
ResponderEliminarNada es como dantes, ni o ar, ni la natureza, ni las personas.
A guerra y a ambição sem medida, destroem el mondo.
Tu entrada es para refletir y, se possível, agir!.
Abrazo con carino.
El dolor es tan puro como la alegría. La alegría no existiría como tal, si nadie notase la sensación de dolor o tristeza.
ResponderEliminarInteresante reflexión. Interesante poesía. Interesante poeta. Interesante blog.
Atentamente,
Un diario personal más
Maestro:
ResponderEliminarTanta desolación, tantas lágrimas y tanta tierra teñida de rojo, tanto corazón roto y tantas ilusiones perdidas. Tu cuento es la fiel radiografía de un Macondo que no se cansa de heridas y, al que aún, algunos bárbaros quieren seguir condenandolo a las balas, a la oscuridad, al miedo; unos bárbaros que no van a la guerra pero que envían a otros que nada tienen que ver con ella.
Por la primavera de la paz siembro miles de arboles y miles de poemas para un nuevo amanecer en donde los ojos lloren de alegría y los abrazos sean de felicidad.
Recibe un fuerte abrazo, mi admirado Carlos.
uuffff duro muy duro pero certero amigo cuanto dolor la verdad sea dicha denuncia poética precioso un beso desde mi brillo del mar
ResponderEliminarpareciera que eso me suena como a la guerra
ResponderEliminarUn cuento maravilloso, Carlos Augusto, que dibuja en mi cabeza bellisimas escenas que me gustaría atrapar con mi cámara.
ResponderEliminarA veces la nostalgia pesa más cuanto más ligero y fresco es el original que la provoca.
Nubes como gallos de pelea, eel olor de la yerba, su mirada, la perdida de su mirada y con ello todo lo demás.
¿Se nota mucho que me ha fascinado?
Un beso, poeta. No dejes de escribir.
Todavía queda la esperanza de volver a encontrar sueños en las nubes.
ResponderEliminarUn beso Poeta
muy hermoso.
ResponderEliminarAl fin todo fue real, la nostalgia nos renueva los recuerdos atesorados.
ResponderEliminarAbrazo
Qué hermoso tu cuento poético, Carlos. Me lo habìa perdido y me alegra haberlo leìdo ahora.
ResponderEliminarLa gallera en las nubes, el pastizal de yaraguà (me gusta el nombre) y ese aire que desea aromar de nuevo a canelo y almendras...
Me encanta tu blog Me lo paso Anna de poemias con mas timpo regresare
ResponderEliminarxao