DE GATAS (cuento)
Empieza a preocuparme que la cama amanezca con motitas de pelos, ahora que las gatas en celo, alborotan a la medianoche, el tejado de la casa. "No tenemos gatos para pensar, que estos se suban a la cama, mientras dormimos y dejen el montón de pelos entre las sábanas", dice mi mujer, para consolarme.
Pero lo que más me preocupa ahora, que han vuelto los gatos al tejado, es que mi mujer ha desaparecido, y detecto en el armario- donde guarda con escrúpulo sus panties y sostenes- ese olor rancio y permanente a pelos de gato.
jejeje los gatos tienen siete vidas ;)
ResponderEliminary son Adorables!!!
( soy una cat lovers )
abrazos
Ainsss me acabas de recordar a mi gatita que no se separa de mí, y juega mucho conmigo, y además, yo la doy cada achuchón que ni te imaginas, y además, suele venir a mi cama a dormir conmigo pero más en el invierno que en el verano que ahora busca lugares más frescos.
ResponderEliminarMe encantan los gatos, antes no, es desde que tengo a la mía.
Un beso amigo Carlos.
No te preocupes Carlos
ResponderEliminarlas gatas subimos a los tejados
pero no abandonamos el nido
nos gustan los mimos
sin pelusas ( o celos)
Besos
JEJEJEJEJE que curioso yo tengo tres gatitas y dos de ellas duermen en mi cama y nunca he encontrado pelos entre las sábanas, bonito relato me gusto me saco una gran sonrisa al imaginar a tu esposa convertida en gato.
ResponderEliminarUn gran abrazo amigo.
Yo tuve dos gatitas persas, y si dejaban pelos, de continuo tenia que pasar el cepillo, pero eran encantadoras, como las echo de menos, ahora tengo dos perritos. Me ha gustado mucho este relato tan gatuno.
ResponderEliminarUn abrazo de buenas noches amigo
Si empiezas a atar cabos seguro que encuentras más indicios de que en realidad ella es una gata que andaba sobre los tejados antes de toparse contigo y adoptarte como cómplice de juegos.
ResponderEliminarSeguro que volverá, las gatas y las mujeres acostumbran a hacer lo que les place y parte de su atractivo radica en ese comportamiento voluble y en sus misterios.
Deliciioso relato, Carlos, con su pizquita de ironía, sensualidad e intriga.
Feliz verano.
Un beso,
Me encantan los gatos, el tema pelos se arregla..
ResponderEliminarBesos
Me encantan los gatos, el tema pelos se arregla..
ResponderEliminarBesos
Me encantan los gatos, el tema pelos se arregla..
ResponderEliminarBesos
Estará en el tejado con ellos...
ResponderEliminarGran imaginación la tuya, Carlos.
Un abrazo
el verano llegó con todo y te leo desde un amanecer
ResponderEliminarun abrazo inmenso para vos compañero de letras
ResponderEliminarHay Carlos, que momento el que estás viviendo.
No me animo a decirte lo que imagino, pero, son demasiados los indicios y estoy pensando mal de tu mujercita....
mariarosa.
Que problema, Carlos... risos...
ResponderEliminarJá viste se os gatos não estarão no armário? Tu mujer deve ser muy guapa, entonces, es como una gata, portanto, fica tranquilo, pke gatas sempre retornam.
Besos.
Lo importante no es el pelo, sino la aptitud frente al mismo… que cabe todo según el estado anímico…
ResponderEliminarUn abrazo Carlos
Cuidado Carlos que los gatos no solo son ágiles, como astutos, algo peligrosos y muy desconfiados.
ResponderEliminarUn beso
Dicen que los gatos son traicioneros. No confies en ellos, mucho menos en nosotras las mujeres. Se porque te lo digo. Saludos.
ResponderEliminarMERCE CARDONA Dice, me encanta el MAR, donde yo vivo desde hace 13 años no hay MAR, Es lo que mas añoro, pero el azar, sin previo aviso me coloco aquí. El MAR ES MI AMOR, Tengo un gato persa que es un primor..... No te preocupes los gatos siempre vuelven, agradezco tu visita. Hoy a las 8 de la noche hay luna llena,.....haber si la puedes contemplar, es fuente de inspiración. Besossssssssssssssss
ResponderEliminarInteresante micro ficción!!! Te felicito!!!
ResponderEliminarSaludo, Pat
http://reflexionesenlib.blogspot.com.ar/
La música de las letras me inundan hoy
ResponderEliminarElla es una gatita y tiene sus escapes típicos. Dos salidas posibles: que saques tu parte felina y subas al techo o, "hacer vista gorda", es decir, no ver y dejar que las cosas pasen.
ResponderEliminarUn abrazo Carlos.
Seguro que tiene un porte tan majestuoso que enamora, es como son los gatos, una excelente compañía pero independientes, sin olvidar que su naturaleza es cazar. No ha desaparecido, volverá al hogar después de sus correrías.
ResponderEliminarUn abrazo, querido Carlos.
¡Vaya caso complicado, que una mujer sin ser gata, se haya trepado al tejado!
ResponderEliminarUn abrazo.
creo que leí por ahí una comparación en la que las mujeres somos igual que los gatos... pero es vergonzosa y egoista
ResponderEliminar:(
ResponderEliminarHola Carlos. Buen escrito. Seguro que tu mujer está en el tejado con los gatos. Ahí está más fresca y pasa las noches contemplando la ciudad. Luego a la mañana cuando tú te vas a trabajar, ella baja. De ahí que encuentres pelos en la cama. :-)
Abrazosssssssssssss
Rancio, no. Agridulce !
ResponderEliminarBueno "Gatubela" no la pasaba tan mal....jajaja
ResponderEliminarSimpático relato.
Cariños.
muchas gracias por tus huellas Carlos
ResponderEliminarten una jornada preciosa
abrazos
En las noches de luna llena, todos corremos el riesgo de pasar por esa metamorfosis. Unos en lobos, otros en gatos, también en panteras... y es que los senderos de la noche son tan oscuros que adentrarse en ellos conlleva esos riesgos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo Carlos.
Dizem que os gatos sempre retornam à boa casa... espera...
ResponderEliminarUm beijo
ResponderEliminarMiau!!!... Miau!!!...
Besos de gata
jajajajaja se fue con los gatos no te veo yo a ti muy preocupado jaja muy ameno y lleno de melodía, me gustó , un beso Carlos desde mi brillo del mar
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