lunes, 22 de julio de 2013

Miedo


Miedo




Miró al tipo que entró al cobertizo con los ojos bajos y el fusil en la mano. Le dolían las amarras. Llevaba -desde que lo agarraron- más de un día atado a una especie de horcón erizado de brotes, que le herían las manos. Sabía que venía a matarlo, pero el hombre tenía miedo. Se lo decía la mirada siempre gacha. Es difícil matar a otro de frente e indefenso. Entonces.,a sabiendas de que todos modos lo mataría, lo animó a hacerlo, para no aumentar su sufrimiento ni el del otro por la espera:
-!Máteme que va a matar a un hombre, cobarde¡.Y el cobertizo fue una descarga cerrada de balas de fusil.




23 comentarios:

  1. condenado y verdugo
    siempre el miedo entre ellos
    como umbilical signo de sus destinos


    abrazos y buena jornada Carlos

    ResponderEliminar
  2. Rosa de los vientos22 de julio de 2013, 9:37

    Maestro, sé del placer que para usted representa escribir. Hacìa tiempo que no entraba. Y siempr es una sorpresa, verlo saltar del verso al cuento, o del cuento al verso, para ponernos frente a situaciones como esta, tan humanas. Creo que en este cuento hay una intenciòn de recordarnos algo, que puede estar entre esos cuentos de Rulfo o una saga que toca a Bolivia.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Deamatismo a tope,querido Carlos. Me has dejado sin palabras.
    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  4. ¡¡Tremendo!!

    Hay que tener coraje y lo digo por los dos. Uno por matar al indefenso y el otro por animarlo a que lo haga.

    mariarosa

    ResponderEliminar
  5. Uno valiente enfrentando a la muerte y el otro cobarde enfrentando sus miedos.
    ¿Quien es quien?


    Besos Carlos

    ResponderEliminar
  6. ouch!
    qué condena la del ejecutor, y que valentía la de la víctima que ayuda a aligerar lo difícil de su tarea-creo que yo no podría.

    abrazos, Carlos.

    ResponderEliminar
  7. Medo: uma porta aberta para o fracasso.

    Muitas reflexões podem vir a partir de tuas palavras,muito bem elaboradas.
    Beijos e uma ótima semana.
    Joelma

    ResponderEliminar
  8. Yo creo que no era cobarde, sino todo lo contrario al pedir que le maten hay que tener valentía y valor.

    Todos tenemos miedos, forma parte de la vida, nos sirven para protegernos.

    Un beso, amigo Carlos.

    ResponderEliminar
  9. Mil gracias querido y admirado poeta por obsequiarnos tan profundas y reflexivas letras que aunque ornadas de dramatismo no por eso pierden su belleza.
    Muchos besinos de esta amiga con inmenso cariño.

    ResponderEliminar
  10. Un instante... frente a frente, la aparente deleznable conducta del que mata de frente a un semejante indefenso. Habría que saber porqué uno estaba como verdugo y el otro como víctima. Puerta abierta nos deja el escritor para cuestionarnos si la justicia "de ojo por ojo y diente por diente" se estaba cumplimento.
    Un abrazo Carlos.

    ResponderEliminar
  11. Yo me quedé sin palabras... no pediría que maten... siempre me desencajo con tus letras!
    Al pobre lo mataron...te dejo un abrazo, buen comienzo de semana!

    ResponderEliminar
  12. MIS PENSAMIENTOS. MERCE CARDONA.
    Dice, tus poemas me dejan sin palabras. Eres único. Agradezco tu paso por mi casa....

    Besos, mua mua mua

    ResponderEliminar
  13. Hola Carlos, uffffffff tremendo. El asesino no era valiente sí un gran cobarde por matar de frente a una persona amarrada. El valiente era al que iban a matar que no quería alargar el sufrimiento ni para el verdugo por tener que matarlo, ni para el mismo porque sabía que tarde o temprano lo mataría. Estando a las puertas de la muerte aun piensa en el verdugo para que se acorte su sufrimiento. Si al menos el verdugo hubiera tenido un poco de corazón no habría disparado su fusil. Buen cuento, así es la vida de dura entre verdugo y condenado.
    Saludos y un gran abrazo

    ResponderEliminar
  14. Y después del crimen el miedo.

    Dostoievski.

    Saludos

    ResponderEliminar
  15. TREMENDO MICRO CARLOS. IMÁGENES QUE ME HORRORIZAN.
    UN ABRAZO

    ResponderEliminar
  16. Enhorabuena, Carlos Augusto por su visita y comentário y enhorabuena, Ubirajara Mello por su bella poesía, en nuestro blog Bestiário Alagoano.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  17. Fue más valiente el condenado, que el asesino.

    Fuerte texto.

    Saludos

    ResponderEliminar
  18. Medo e coragem que se esbarram entre palavras intensas...

    Beijos.

    ResponderEliminar
  19. muchas gracias CARLOS por cada una de tus huellas
    lees a conciencia y eso es un premio para mí importante

    abrazos y feliz jornada
    :D

    ResponderEliminar
  20. Balas cargadas de miedo que matan igual lo peor es que el olor a remordimiento seguro que no desaparece nunca.
    Micro potente.
    Besos de gofio.

    ResponderEliminar
  21. Tal vez sufre más el que se queda, es su triste destino vivir de la muerte.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  22. con la cabeza en alto.
    Grande señor, bárbara la descripción.
    Salud!

    ResponderEliminar