El niño que me habita mira caer desde la ventana
la delgada lluvia que moja el patio.
En los zaguanes los recuerdos se agolpan
juntando pequeñas heridas
que no ha sanado el tiempo.
!Cuántas indolencias,
desafectos y soslayos
reclaman como Kafka
en Carta a mi padre
en Carta a mi padre
aún después de muerto¡
Muere la tarde y se evapora la lluvia,
pero persiste el recuerdo,
mordiendo las arrugas del alma.
Hola Carlos, precioso escrito aunque lleno de heridas aun sin cicatrizar.
ResponderEliminarHay heridas de la infancia que son incapaces de curarse. Por ello debemos de cuidar a los niños/as a que tengan una infancia feliz si no queremos que el futuro se llene de personas débiles en este mundo en el que nos ha tocado vivir.
Mientras tanto la melancolía va llenando los días de lluvia que contemplamos tras los cristales...
Saludos y un abrazo
Hay recuerdos que no se borran ni con las lluvias de abril.
ResponderEliminarhay infancias donde pareciera que la vida nunca nos regaló un caramelo
ResponderEliminarcuántos niños siguen inmersos en zaguanes y cuantos aún después de hechos siguen añorando ese dulce que no llega
precioso y evocativo poema CARLOS
me ha gustado mucho en su tono y en su hondura
abrazos
Muchos ya son hombres y mujeres grandes con las mismas heridas... Excelente post!
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo, buena jornada.
¡Hermoso, observar las cosas con los ojos de nuestro niño interior (por duras que sean)
ResponderEliminarBesos
UN TEXTO QUE HACE, QUE AÚN NOS SINTAMOS. EXCELENTE AMIGO CARLOS.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Carlos; un muy buen texto, las heridas del alma tardan en curar, tal vez ese mismo niño con su ternura te ayude.
ResponderEliminarUn abrazo.
mariarosa
Nunca se olvida , aunque se perdone, las heridas siempre dejan cicatrices. El poeta puede o no haber experimentado el interior de su creacion, pues tiene el don de expresar los sentimientos universales , como tu Carlos . Un beso
ResponderEliminarMelancólico y bello como la lluvia.
ResponderEliminarUn abrazo
La lluvia siempre rompiéndonos para empatizar con ella.
ResponderEliminarMuy lindo.
Abrazos :)
Hay recuerdos querido y admirado poeta que se vuelven enemigos nuestros. y por siempre tendremos que batallar contra ellos.
ResponderEliminarMiles de besinos e infinitas gracias por emocionar nuestros sentimientos con la suprema belleza de tus versos.
Gostei muito desse menino inquieto que habita em você!
ResponderEliminarUm grande abraço!
buen final le das.
ResponderEliminarSaludos
David
La lluvia siempre nos invita a recordar y, a veces, descubre vieja heridas.
ResponderEliminarHermosísimo poema.
Un fuerte abrazo.
Nostálgico, tierno y profundo. Hermoso poema Carlos.
ResponderEliminarEs un placer leerte.
Un abrazo
"pero persiste el recuerdo mordiendo las arrugas del alma"
ResponderEliminarMe encantó esta imagen, me deja sin palabras cada vez que intento explicarla...no hace falta, se abastece por sí sola.
Creería que la referencia a Kafka rompe un poco el ritmo que llevaba el poema. Es solo intuición mía nomás, que se la podría llevar el viento. De todas formas me gusta el poema.
Un abrazo sincero, y discúlpame la tardanza y ausencia con los comentarios de una principiante
Tengo la misma impresión, Jessica.
ResponderEliminarCarlos, créeme que respeto esa capacidad para tratar temas tan difíciles como este, que tiene un tinte de dolor, y atañe al alma. Ese dolor que revela Carta a mi padre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya somos dos los que contemplamos el caer de la lluvia y los recuerdos que vienen en cada gota.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Las cicatrices que quedan de las heridas de la infancia, no necesitarán grandes eventos para reabrise una y otra vez a lo largo de la vida.
ResponderEliminarAbrazos
Hola, Carlos:
ResponderEliminarDicen, con mucha razón, que los malos recuerdos en corazón de un niño nunca se borran, y de adultos afloran con más fuerza.
A mi, la lluvia, me trae gratos recuerdos.
Un abrazo.
Que bien cantado me ha fascinado tu blog y este post en particular me parece excelente
ResponderEliminarsaludos desde argentina
¡Cuánta belleza!¡Cuánta excelencia! ¡Cuánta alegría en mi alma al descubrir sus letras maestro!
Hola amigo, este poema llora y me llega al alma.......Un placer leerte, cuidate.
ResponderEliminarRecordações de pequeno...
ResponderEliminarBeijos.
Recuerdos que están ahí, que se destapan en algún momento para envolvernos en la nostalgia de nuestros días.
ResponderEliminarMe ha encantado tu frase... "pero persiste el recuerdo, mordiendo las arrugas del alma".
Un beso.
Lo mejor será salir a chapotear en la lluvia! pero también ver llover y no mojarse es un caramelo.
ResponderEliminarMe gusta ese cierre.
Saludos, Carlos.