La ciudad nada en una espesa niebla de sueños.
Es otra,
distinta a la del día vocinglera y ruidosa,
Los escasos transeúntes como peces insomnes
caminan sus sombras en el acuario enorme de su calles.
Quizás la despierte levemente
la reyerta callejera de la puta y el chulo,
cansada de cada moneda que le quita por su protección.
Duerme la ciudad como un barco a la deriva
en una noche de luna plena
y estrellas dispersas
asomándose en los claros que dejan las nubes tránsfugas.
Llueve en la ciudad
lágrimas de duelo,
y se arruga su alma de acordeón,
en el despecho de Discépolo,
desgranando nota a nota su dolor:
"esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar."
pa' no pensar."
Llueve en la ciudad
y aún no clarea el alba.
Gosto do seu jeito gentil e doce de escrever por metáforas tão bem apropriadas...
ResponderEliminarBeijo de outono, poeta...
la ciudad gris como un tango con su bandoneón melancólico arrastrando las notas hasta el callejón de la soledad
ResponderEliminarpero hay algo en esas calles y en ese eco de las horas mojadas que no se iguala con nada y es la intensa fragilidad de nosotros mismos
abrazos y buen fin de semana Carlos
¡Hermoso! me encantan los días de lluvia (cuando no hace daño)
ResponderEliminarUn abrazo, buen finde Carlos
QUÉ TREMENDA BOHEMIA MI HERMANO!! FULL TEXTO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
No me gustan los días de lluvia, pero en cambio, me gusta escribir sobre la lluvia, sobre sus gotas, que me empapan de nostalgia desde mi mirada interior.
ResponderEliminarBello tu escrito, amigo.
Un beso.
me gusta mucho la lluvia
ResponderEliminarde palabras
ResponderEliminarLo conmovedor es que somos constructores de ciudades y sus historias bajo la lluvia o el sol, también de putas y arrabales, de sonidos y silencios, miedos, amor y desamor.
ResponderEliminarSaludos Carlos en este sábado de Gloria.
Hola Carlos, montones de metáforas afloran en la noche oscura, gris y mojada.
ResponderEliminarY ese acordeón que también siente nostalgia se encoge en su alma a cada nota.
Las letras nostálgicas y mojadas por el llanto de la lluvia. La foto preciosa.
Aquí en España ya nos han salido escamas como a los peces porque cada calle es igualmente una pecera.
Saludos y un abrazo
Que buen poema Carlos. Todo el sentimiento de un noctambulo que mira la lluvia, mientras a lo lejos el sonido de un tango le perfuma el alma.
ResponderEliminar¡Aplausos!
mariarosa
La lluvia del alma es más fuerte que la de la ciudad vocinglera.
ResponderEliminarTu alma de poeta no descansa ni para describir un día de lluvia en la ciudad.
ResponderEliminarMaravilloso.
Un fuerte abrazo.
La nostalgia va prendida a la lluvia y hace brotar bellos poemas como el tuyo.
ResponderEliminarUn cálido abrazo
La ciudad y su metamorfosis, la lluvia que lo envuelve todo y la paradoja del ser humano en su angustia por la vida...gime la ciudad como gime un bandonén sus lágrimas de copas y nostalgias y envuelto en el insondable silencio de la noche un poeta se aventura con sus versos a la osadia del poema.
ResponderEliminarHermoso Maestro!!!!
Un barazo.
Nostálgicos versos poeta, me encantan.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Me encanto!
ResponderEliminarsiempre es un placer leerte...
Un abrazo
¡Que noche pesada!, y hasta el cansancio se sintió :); pues a olvidar por un momento y a pintar el alba que eso podemos hacer con las letras.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
No se porque me da, que este poema, es para leerlo con música de tango.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Bom dia amigo
ResponderEliminarEstava com sede desta chuva poética que nos leva a sonhar e a escrever as coisas que nascem cá dentro da nossa alma.
Em dias de chuva parece que os pensamentos se triplicam e se entre-chocam cá dentro de modo que nem sempre se conseguem desenhar numa escrita lúcida.
Saudações de amizade
Lluvia, nostalgia, ciudad y noche. Un cóctel explosvio que puede acabar con el más pintao.
ResponderEliminarCuánto me gustan tus escritos, Carlos.
Saludos y feliz semana
Hola, Carlos:
ResponderEliminarLa noche nos trae cosas que el día nos esconde y, cuando llueve, mejor...
Un abrazo.
La noche y sus fantasmas traen de vuelta lo que la luz del día avienta: millones de insomnes ojos.
ResponderEliminarBesosss.
Cuando la ciudad duerme, suelo estar despierta con el silencio de la oscuridad.
ResponderEliminarUn beso
¿Qué pasará luego de la borrachera?
ResponderEliminarLa nostalgia seguirá en la próxima noche y seguirán sonando las mismas notas?
Hay días que no está mal evadirse, de los murmullos de la noche.
Hermoso texto, te dejo un fuerte abrazo, bonito domingo!
muchas gracias CARLOS por tu huella
ResponderEliminarten una semana preciosa
abrazos
Carlos....
ResponderEliminarMuchas gracias por tus siempre dulces visitas.
Eres un poeta muy sensible, que utiliza palabras que tienen sonido de sensibilidad.
Muchas gracias por la amistad y a cada vez más, me siento feliz por venir aca leerte!
Un gran abrazo desde Brasil!
hola
ResponderEliminarhay sol mientras te escribo sol que entra por la ventana
ResponderEliminarnubes de lluvia veo a lo lejos mientras la noche esta clara
besosssssssssssssssss
Todo iba bien hasta el duelo, hasta que se apoderó de los sueños esa sustancia de óxido emocional que es el abandono.
ResponderEliminarEmotivo cuadro, saludos, Carlos.
La aparente serenidad de una ciudad pecera, me gustó esa metáfora. Me dí un paseo por esas calles y casi anduve con la piel del autor. Genial. Un abrazo, Carlos.
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