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jueves, 20 de febrero de 2020

La ciudad vieja duerme









*Foto propia: Tejados y balcones de la Casa Consistorial. Piedecuesta (Colombia)




La ciudad duerme sobre los tejados,

en un mediodía de sopor.

Hay silencio denso,

como si nada existiera,

como si el tiempo se hubiera detenido

en un caldo de calor que está ahí,

vivo con los latidos de un corazón,

mientras las palomas que siempre zurean

sobre estos  tejados viejos de la ciudad,

se han rendido a un ardor que abate y

anestesia la conciencia




33 comentarios:

Carmen Silza dijo...

Conciencias dormidas sobre los tejados de pueblos como páramos...
Todo acaba sobre los silencios de esos viejos tejados
Feliz día Carlos.
Un abrazo

Macondo dijo...

El sopor del calor de la siesta adormece a la ciudad todavía más que la oscuridad de la noche.
Un abrazo.

Verónica Calvo dijo...

El sopor que abate y anestesia la conciencia, Carlos, qué gran final para un magnífico poema.
Lleno de imágenes y sensaciones.

Abrazo.

CHARO dijo...

Cuanta serenidad y paz trasmiten esa ciudad dormida y silenciosa.Bellos versos.Saludos

Dionisio Álvarez T. (DAT) dijo...


Todo un manifiesto Carlos... de ese tórrido y enérgico sol que os abraza... el cual nosotros también percibimos aquí (julio, agosto) en pleno verano, aunque intuyo que no en esas dosis tan elevadas… y por estos lares se busca la sombra y se practica la “siesta”, cuando el tiempo laboral lo permite…toda una calma y gozo del letargo. Linda entrada Carlos.Feliz fin de semana
Un abrazo

Mari Carmen dijo...

Calma, sopor, serenidad sielencio, no parece una ciudad del siglo XXI, no hay muchas así, es decir, no conozco demasiadas con ese encanto...

Nos traes una fotaza.

Un abrazo.

ANNA dijo...

Gracias por tu aportacion en el blog
te lo agradezco mucho
muchas gracias y hasta pronto
Besos

edna figueiredo dijo...

Olá,
cheguei e me encantei com sua escrita simples e cheia de emoção.
Parabéns!
Abraço.

Carmela dijo...

Es fácil sentir en la piel ese sopor de la tarde calurosa.
Un abrazo

Laura dijo...

Hoy te leo abatido ... ¿cansado? ¿acalorado? te mando un abrazo en forma de suspiro que te aliente y mejore tu tarde.
Besos.

Frodo dijo...

Se siente en este poema el calor de tu región, el clima y horario en que el sol pega con toda su fuerza, el silencio se apropia del territorio.
No tuve la suerte de visitar Colombia, aunque sí anduve por el Caribe y pude comprobar esa sensación que mencionas. En algunas regiones del Norte Argentino pude sentir algo así, pero sin ser tan tropical, ciudades que van por el lado del CLima árido.

Abrazo grande!

PD: estoy arreglando con el amigo Sebastián, estamos relativamente cerca, sólo tenemos que coincidir en día y horario

mariarosa dijo...


Mediodía de verano, donde el calor agobia y la pereza ronda hasta a los corazones. Bello reflejo de un pueblo bajo el estío.

mariarosa

Sandra Figueroa dijo...

Preciosa foto, y tus letras describen ese calor de la tarde Colombiana. Un día iré a conocerla, y sentirla. Saludos amigo.

Tesa Medina dijo...

Me encanta la foto y esos balcones amplios con vistas a los tejados que siempre me parecieron tan poéticos.

Siento ese calor que anestesia, Carlos, a través de tus bellos versos, y me solidarizo con las palomas...

Que bonito suena zurear...

Por aquí tenemos una primavera adelantada en pleno febrero que siempre ha sido el mes más frío del invierno. Hay quien lo celbra... a mí me gusta el invierno.

Un abrazo,



Eva S. Stone dijo...

Tus versos describen muy bien esas tardes plomizas y calurosas en las que todo se queda quieto menos la mente.

Un beso de tarde.

MaRía [Capri ] dijo...

Y me llevaste con tu versar a Macondo
donde el silencio y la humedad invitan al "abandono de la piel"

un beso y buen finde

José A. García dijo...

Fácilmente pudo imaginarme al Zorro saltando entre esos tejados, aunque sea Colombia y no Los Ángeles, que al fin y al cabo las ciudades acaban pareciéndose, casi tanto como lo que nos hacen sentir.

Saludos,

J.

A. dijo...

Anestesias mi conciencia al leer tus versos!
Saludos y feliz noche.

Graça Pires dijo...

Os telhados velhos guardam os silêncios e os gritos da cidade.
Uma boa semana.
Um beijo.

Joaquín Galán dijo...

Tus versos describen a la perfección esas horas en que el sol está en lo alto y obliga a todo ser vivo a refugiarse de sus rayos justicieros. Por auí también sabemos mucho de esos días en los que el verano azota sin piedad nuestras calles y plazas.

Gracias por tu lectura y tu interesante comentario a mi última entrada sobre A. Machado.

Un abrazo.

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Ese ardor que abate la conciencia, nos ha hecho mucho daño a los colombianos...

Paz

Isaac

Conchi dijo...

Un placer pasar a leerte Carlos, tu poema tiene un gran trasfondo.

Abrazos.

A Casa Madeira dijo...

Por aqui digo no Brasil a anestesia de consciência em muitos
segmentos é geral, o triste que vem sempre de quem pode fazer uma
enorme diferença;

Gostei de ler.

Obrigada pela sua presença lá na casa;
E uma continuação de uma boa semana.

La utopía de Irma dijo...

Me encanta el poema y la foto me parece preciosa, los tejados siempre tienen historias escondidas que zurean al compás de las palomas.

Abrazote utópico desde León (España).

Recomenzar dijo...

Muy bueno Carlos aplausos

lanochedemedianoche dijo...

Tardes para dormir bien largo, que bien lo dicen tus letras.
Abrazo

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Al igual que allá, Carlos, esas tejas de barro duermen su sueño eterno entre la nostalgia del sopor meridiano que nos anestesia la mente.

Un abrazo.

Marina-Emer dijo...

La tranquilidad es la que no trae los buenos recuerdos ...yo recordándote siento paz en mi corazón ..."Carlos mi hijo" "Augusto mi padre" y aquí a tu lado Carlos Augusto ...tú mi gran amigo.
Gracias por tu cariñosa visita.
BESOS

hanna dijo...

Nostalgico y estremecedor poema,, hermosa fotografía, un beso

Isa dijo...

Hola Carlos. Venía muy bien por aquí esos calores para que terminara sobre todo con los virus invernales y con el frío que también lo está haciendo.
Bellos versos
abrazosss

María dijo...

La ciudad duerme bajo el silencio del sol, y entre sus rayos el tejado descansa en las horas de siesta, dormida bajo el calor del día y los latidos de tus palabras que versan sobre la ciudad rindiéndose a tus piés.

Qué hermoso escribes, y la foto me encanta en blanco y negro.

Un beso enorme.

Beatriz dijo...

Me hace pensar en el verano y esa tristeza que asecha en cualquier recoveco de la ciudad, convirtiéndola en lugar ruinoso.

No me gusta el sueño del verano, es de las estaciones que temo su llegada, sin embargo cuando leo sobre su estación, por ejemplo Faulkner tiene cosas interesantes, y este poema mismo, es evocador.

Saludos, Carlos. Deseo que estes bien.

Margarida Pires dijo...

Quando tudo esta tudo solitário e adormecido.
Existe sempre noutro lugar.
Alguém acordando.
E gritando.
Vida.
Um abraço.
E uma noite feliz.
Megy Maia🌈