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martes, 9 de agosto de 2011

Silencio de negra

                                                           Silencio de negra
















La luna se tiñe de rojo,


y sus ojos hoquedad de sombras.


Tiemblan las hojas del almendro,


en la brisa fina y fría


que agazapa sus zarpas en la penumbra.


Siento el aterido cuerpo de ella,


juntarse al mío.


La noche enmudece,


en el silencio de estrídulos grillos


y el enigmático canto de las lechuzas.


Noche de piedra,


fosilizando fuentes que eran canto y pentagrama


y ríos sembrados de leyendas de mohanes


y hombres caimán.


Hay un sueño de fortines almenados,


con garitas a manera de torreones espigados


hiriendo un cielo cerrado de nubes.


Beso su boca,


con la frialdad de un ritual,


y sueño que sus esperanzas últimas


mueren en el calor que no le dan mis brazos.





20 comentarios:

El viejo parce dijo...

Desentraño, pues encuentro que debo leer en la cripticidad de los versos, ese país negro nuestro...Un abrazo

la MaLquEridA dijo...

Una luna teñida de rojo no augura nada bueno.



Un abrazo.

Verónica O.M. dijo...

Pienso, que la historia puede convertirse en trágica para esa mujer.
Un abrazo, apreciado Carlos

Anónimo dijo...

QUÉ GESTA DE TEXTO. ME TRAMA!!!
UN ABRAZO

MORGANA dijo...

Carlos,me encantan este tipo de relatos tan enigmáticos y crípticos.Cuidado con esos besos gélidos.....
Besos cálidos.

Gabriela Amorós dijo...

Carlos, he reconocido este poema en un escalofrío denso y hasta salvaje, ha sido tan sólo un instante en el que la eternidad de un sueño se revuelca ante la tiniebla y augurios enigmáticos.
Me ha parecido fascinante toda esa sensación. Te felicito, además el impacto visual es también poderoso.

Un abrazo enorme.

lauviah dijo...

He sentido en estas letras un lugar muy sombrio ,, tan solo el amor podria iluminarlo.

Bello poema.


abrazos

Ricardo Miñana dijo...

La esperanza es precisamente lo último que se pierde, perdidas ya no hay nada que hacer.
te deseo una feliz semana.
un abrazo.

Alma Mateos Taborda dijo...

Muy buen poema que eriza la piel.¡Excedlentge! Muy buenas imágenes. Un abrazo.

Liliana G. dijo...

¡¡Bellísimo!! Las metáforas, intimistas, trascienden el espacio para transformarse en imágenes crudas, esas que desenvainan los sueños del pasado.

Un beso gigante, Carlos, es un deleite repasar tus versos.

Sandra Figueroa dijo...

Tristes y bellos versos. Besos, cuidate amigo.

Sneyder C. dijo...

Misterioso poema donde el sueño y las esperanzas parecen fallecer
Siento el aterido cuerpo de ella,
juntarse al mío.
La noche enmudece,
en el silencio de estrídulos grillos

Un abrazo

Gala dijo...

Triste, me dejaste helada con el frio que denotan las letras... ese abrazo tibio que no calienta... ese beso sin pasión... por inercia...

Precioso como siempre, Carlos.

Beso.

David Cotos dijo...

comparto lo que dijo Verónica.

María dijo...

El silencio se escucha con tus maravillosas letras, Carlos.

Un beso.

Chogüi dijo...

Carlos: Un conjuntos de versos de encadenamiento enigmatico, profundo, cual si fuera un fragmento de Edgar Allan Poe.
Estupendo.
Felicidades.
Abrazos.

David Cotos dijo...

me gusto, sobre todo las últimas 5 líneas.

Carlobito dijo...

Me gusta el ambiente que has creado, me guía a interpretar que tus letras hablan de instinto y de posesión forzada... tu relato estremece.

Saludos

Anónimo dijo...

gotico

Jéssica Vilardi dijo...

Todo un paisaje conocible, eso sí, pocos son los afortunados de crecer con el Mohán y el hombre caimán.