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domingo, 12 de junio de 2011

La mujer del catàlogo de pinturas expresionistas











MUJER DEL CATÁLOGO DE PINTURAS EXPRESIONISTAS








Ahora que la vio recostada contra la baranda del muelle del puerto, supo que se había tropezado con ella, en alguna otra parte. Esos ojos, lánguidamente bellos, pero sin mirada, y su boca carnal, eran inconfundibles, pero no lograba situar en el espacio y el tiempo, dónde los había visto. Le pareció interesarse en él, pues al pasar junto a ella, se quedó mirándolo, con esa mirada, como le sucedía a él, de desentrañar en lo recóndito de la memoria, alguien con el cual tropezaba en la calle, y se le hacía familiar. Más adelante la mujer lo alcanzó, me invitas un trago. Él no supo qué decir, a penas balbuceó un bueno. Estaba anonadado. Nunca pensó que la mujer fuera la de la iniciativa. Su plan era el de pasar junto a ella, y volver al rato, para hablarle, con la excusa de una dirección que estaba buscando en el puerto, y no daba con ella.






En el bar del puerto, La taberna del Pirata Morgan, bebieron un ron bravo. Él se reía de los gestos de ella, apurándolo hasta el fondo puro, ron vivo, solo salecita, puesta en el dorso de la mano izquierda, que ella saboreaba, cada vez que tragaba ese ron para guapos. El hombre, se acuerda que luego subieron a una especie de buhardilla del bar. Desde un balcón saledizo, mientras se bebían a pico de botella los últimos tragos, abrazados miraron un cielo cuajado de estrellas, y él le habló de las constelaciones, y luego dándose besos se fueron a la cama. No recuerda más, ahora que se ha levantado, y la misteriosa mujer no está. Siente los ojos pesados. Va hasta el lavamanos, se enjuaga los ojos, y al mirarse en el espejo, este no le devuelve la imagen de su rostro, entonces se acuerda dónde vio a la mujer: en un catálogo de pinturas expresionistas, sobre las caprichosas formas de mujer en que se aparece la muerte.














15 comentarios:

El viejo parce dijo...

Atrapa una especie de goticidad en este cuento, Carlos, que valida su capacidad narrativa, como otros cuentos, como el de La Soga. UN abrazo

MORGANA dijo...

Muy buen relato Carlos,tiene ese aire misterioso que tanto me gusta.
Besazos.

memetika dijo...

què bueno!
ya me habrà tocado pistear con la muerte en alguna cantina...

Verónica O.M. dijo...

Me encantó el relato Carlos, tanto como los ojos de ella, te ponen el vello de punta con solo mirarlos.
Besos y feliz noche

la MaLquEridA dijo...

La muerte siempre acechando, persiguiendo, esperando el momento para llevarnos.


Buen post Carlos


Un abrazo.

Carlobito dijo...

Magnífico, me gustó mucho el cuento y me encantó el final... la muerte siempre ronda seductora e irresistible, casi caigo en sus brazos un par de veces.

Saludos

Gabriela Amorós dijo...

Una ensoñación furtiva en el iter narrativo irrumpe finalmente para glorificar los diversos rostros de la sensualidad de la muerte. Aparece como la Diosa que inunda nuestras cavidades más oscuras, departe tiempo oculto, complicidad arrebatada al propio ego.
El corte textual esta dado con maestría, la dualidad, al igual que la imagen doble del espejo, ofuscan a la razón o tal vez se conviertan en sus verdaderos ojos (cuando son reflejo de lo físico)

Mis felicitaciones por este gótico estertor.

Un abrazo.

Gabriela

mariarosa dijo...

¡¡Ay que bueno!!

Un cuento estupendo. Me he quedado admirada, por tu ingenio. Muchas veces en la literatura se lleva a la muerte como protagonista, pero en tu cuento, no se la ve venir. Llega y sorprende, es una historia diferente y muy buena.

mariarosa

María dijo...

Siempre es agradable pasar por tu rincón para saborear tus letras.

Un beso.

PD.- Soy María, lo único que cambié la carita azul por mis ojos.

Duna dijo...

Cuando una mirada llega, ya nada puede hacer que se la olvide.
Gran relato amigo. Un beso para ti

julia rubiera dijo...

bellisimo y sublime relato nos regalas dulce poeta, esta asturiana amiga y admiradora te da infinitas gracias por concedernos el honor de ser testigos de tus letras y te manda un besin muy muy grande.

Alma Mateos Taborda dijo...

Un relato fantástico , unos ojos fuertes y profundos y un final magistral donde la muerte, anda rondando con ganas de estampar su firma. ¡Brillante post! Un abrazo,

EL AVE PEREGRINA dijo...

Un gran relato nos dejas hoy,un encuentro donde la bebida... y el amor se encuentran...
Carlos, gracias por compartirlo.

Un abrazo desde Galicia.

Gala dijo...

Tienes un modo de relatar que engancha a la lectura...

Muy buen relato.. seductor y macabro al tiempo...

La muerte... tan misteriosa, tan arrogante, tan poderosa que nos envuelve y nos ronda.

Me encantó.
Un abrazo.

Sandra Figueroa dijo...

Carlos, unos ojos impresionantes. Buen texto. Besos, cuidate.