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viernes, 4 de marzo de 2011

La huída del tirano


Ese día que todos sintieron el pálpito de que la voluntad era más fuerte que el mismo poder de las armas, dejaron los miedos y salieron de sus casas, formando un colosal enjambre humano, en la vasta plazueleta que quedaba frente al Palacio, y el tirano al verse tan pequeño ante la airada y abigarrada muchedumbre , no le quedó más remedio que huir sigilosamente por la puerta de atrás de la Casa de gobierno, vestido de paisano, y llevando a cuestas la pesada caja de caudales.

8 comentarios:

Mauricio Babilonia dijo...

Que bien lo cuentas, en tan pocas palabras.Voluntad y decisión popular. sALUDOS

EL AVE PEREGRINA dijo...

Amigo Augusto, la unión hace la fuerza...y la voluntad mueve mundos.
¡hurra por ellos!

Un abrazo.

lanochedemedianoche dijo...

Desconozco lo que paso, que buen escrito.

Te enlazo de nuevo a mi blog, que se quedo vacio.

Besos

Nazaríes dijo...

Bravo Carlos.Besos

Anónimo dijo...

Eso es lo que deberiamos hacer siempre, mantenernos unidos y luchando!!!
Encantada de volver a leerte.
Un abrazo!!!

la MaLquEridA dijo...

Hay muchos tiranos que debían irse de sus países pero sin caja de caudales.



Un beso Carlos.

Liliana G. dijo...

Esa es la única forma de irse que conocen los tiranos. Lástima que siempre se salgan con la suya y se lleven lo que es del pueblo.

Estupendo escrito, Carlos, la ironía nos posiciona donde debemos estar para decir lo que sentimos.

Besos.

Sandra Figueroa dijo...

Siempre hacen de las suyas. Asi es en todas partes. Besos, cuidate.