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miércoles, 3 de septiembre de 2008

Ritual


Mi voz deviene

de tiempos antiguos

prístinos aullidos

en altares de piedra

de basalto.

La sangre chisguetea

los rostros ceremoniales

de sacerdotes y vestales.

La luna se detiene

cuando la daga esmaltada

abre la carne.

EL estridular

de pájaros negros,

rompe el silencio denso

de la noche,

y la memoria se pierde,

en los caminos somnolientos

donde una lábil frontera

separa la vida de la muerte.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me huele a fosas, entierros, sacrificios. Un poema cerrado, Carlos, pero se intuyen los sacrificios.

Silvia_D dijo...

Estremecedor y hermoso...

Besitos dulces, niño y feliz día :)

Anónimo dijo...

es bueno perderse en esos vericuetos adenicos e indagar por esas misteriosas edades de lo tribal y lo mistico. tal vez encontremos sorpresas reivindicadoras para la especie.

Silvia_D dijo...

Te dejo besos y deseos de un feliz fin de semana :), bizcocho

Anónimo dijo...

Gótico, estremece su poema.

Saludos, Lovercraft.

AriaDna dijo...

La vida se separa de la muerte por una fina línea que es muy fácil traspasar

un beso